A través del conocimiento de dichas relaciones, podemos realizar funciones de prevención, evaluación y rehabilitación neuropsicológica en personas sanas, con alguna alteración cognitiva o que sufren alguna enfermedad que se las provoque. Por lo tanto, se interviene sobre trastornos neurocognitivos (enfermedad de Párkinson, Alzheimer…), trastornos del neurodesarrollo (TDAH, TEA…), daño cerebral adquirido infantil y adulto (ictus, traumatismo craneoencefálico, tumores cerebrales).
¿Qué es la rehabilitación neuropsicológica? Se basa en la neuroplasticidad y es un tratamiento destinado a recuperar o compensar las alteraciones que afectan a las funciones cognitivas. Estas funciones incluyen orientación, atención, memoria, lenguaje y funciones ejecutivas (planificación, flexibilidad cognitiva…). Es decir, es una intervención individualizada para mejorar, en la medida de lo posible, las funciones alteradas o minimizar el impacto de los déficits a través de estrategias compensatorias con el fin de mejorar la autonomía del paciente. En esta intervención se incluye tanto al paciente como a su entorno.
Por último, destacar que también realizamos intervenciones dirigidas a optimizar el rendimiento cognitivo y prevenir el deterioro través de la estimulación cognitiva.